FICHA DE RUTA:
-Fecha: 08/02/2019
-Descripción:
-Distancia: 5,35 kms
-Duración: 3:30 h
-Desnivel+: 590m
-Cota máxima: 263m
-Dificultad física: baja
-Dificultad técnica: baja
CRÓNICA:
La bahía de Cartagena esconde un litoral sorprendente y desconocido para la gran mayoría de personas que solo asocia el litoral de la Región de Murcia a la maltrecha La Manga del Mar menor.
Entre el Cabo de Aguas y Cabo Tiñoso se esconde un espacio de calas y abruptos acantilados sin construcciones y completamente virgen, protegido en gran parte por su accidentado relieve y también por haber sido hasta hace no mucho tiempo zona militar restringida. En esta franja de costa es donde se encuentra la Cueva del Gigante.
Su acceso puede realizarse de diferentes formas, nosotros lo hicimos desde la Playa del Portús (Cartagena), siendo necesario el uso de material de seguridad ya que tendremos que superar un tramo de ferrata.
Llegamos al Portús desde Cartagena por la carretera de Canteras y tomando el desvío hacia el Portús. Un poco antes de llegar a la población hay una rotonda con un ancla en el centro, tomamos la segunda salida pasando debajo del pórtico color salmón que nos indica “camping naturista”. Continuamos con el coche hasta que la carretera se cruza con una rambla y giramos a la derecha avanzando por la rambla hasta el final donde dejaremos el coche muy cerca del comienzo de la playa.
La rambla desemboca en la misma playa. Empezamos a andar hacia la playa y al llegar a ella, vamos hacia las rocas que hay a la izquierda y que se adentran en el agua. Tratamos de no mojarnos los pies saltando entre las rocas y enseguida ganamos altura trepando por el lado izquierdo para superar una pequeña punta, siempre siguiendo un trazado evidente junto a la caída valla que linda con el camping. Desde arriba tenemos vistas hacia el complejo turístico del camping y también de la costa. Vamos descendiendo hacia la cala naturista de la Morena y al llegar a ella recorremos la playa en dirección a las paredes del fondo, donde vemos los seguros y descuelgues de unas vías de escalada. A la derecha encontramos unos escalones y empezamos a subir buscando unas flechas azules pintadas en la roca que nos guiarán durante todo el camino.
Entre estas cuatro vaguadas, aparte de la dura vegetación que nos va arañando las piernas, tenemos otro paso corto y sencillo de escalada II+/ III- con algunas clavijas para ayudar a superarlo. Un poco más adelante, llegamos a un mirador con una pequeña torre circular de piedras, pasado este punto, el camino va descendiendo cruzando una última vaguada y llegando a otra pequeña elevación, que tiene un círculo limpio de plantas pinchosas.
Si vamos con un grupo grande, aconsejamos ponernos aquí el arnés y los cabos para la ferrata, ya que después el terreno se inclina y no es tan cómodo. Desde aquí, el camino va descendiendo hacia la boca de la cueva. Vamos pasando varios sitios con destrepes de arena un poco aéreos, con cuidado de no tener aquí una caída.
Llegamos a la ferrata. Se trata de un tramo muy corto y donde la colocación es poco intuitiva. Solo tiene clavijas de varilla roscada para manos y cable de seguridad (reequipado en 2016 está en muy buen estado). Tenemos que usar los apoyos naturales en la roca para bajar bien. La ferrata es vertical y no es fácil ver los apoyos de pies. No obstante, alguien con experiencia y acostumbrado a moverse en pequeños destrepes, lo supera sin dificultad. Eso no quita para que sea necesario llevar material de seguridad (arnés, disipador y casco) para poder progresar aunque se trate de un pequeño tramo.
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