FICHA DE RUTA:
-Fecha:24/06/2018
-Descripción:
-Distancia: 187 kms
-Desnivel+: 3.880 m
-Cota máxima: 1.869 m
-Dificultad física: alta
-Dificultad técnica: baja
CRÓNICA:
Hace muchos años que tenía la mirada fijada en estas montañas. No tenía ningun plan establecido pero sí tenía claro que quería empezar a dar forma a las innumerables posibilidades que este rincón del macizo central ofrece.
Que mejor momento que con el aviso del gobierno de dar su visto bueno final para que más de 30.000 hectáreas de esta sierra que ejerce de límite natural entre Madrid, Segovia y Ávila se conviertan, tras casi 10 años de tortuosa gestación, en el finalmente bautizado como Parque Nacional de las Cumbres de la Sierra de Guadarrama.
El más joven de los parques nacionales de España ha nacido un tanto escuálido ya que el plan inicial planteaba proteger 200.000 hectáreas, aunque hay quien indica que es probable que, en un futuro, sus límites crezcan.
El viaje comienza en la estación de Renfe de Cercedilla, donde en estilo "bikepacking" para testear material pongo rumbo a Las Dehesas y el Puerto de la Fuenfría por la popular y panorámica pista conocida como Carretera de la República, proyectada en la década de 1930, cuyas obras jamás llegaron a completarse.
Entre inmensos pinares, rodeo cruzando la vieja calzada romana, así como la calzada borbónica, del siglo XVIII, el legendario Camino Schmid y otras tantas sendas que dan fe de la importancia de este paso montañoso en la historia de la región hasta la construcción de otros pasos, como el de Navacerrada.
Para el descenso utilizo la vieja calzada romana, ancha y herbosa, con un estrecho singletrack que la disecciona con quirúrgica precisión.
Al llegar a la Fuente de la Reina, tomo la pista del GR-10.1, que lleva en rápido descenso hasta un cargadero de madera en el que se amontonan un centenar de troncos. Aquí abandono la pista para tomar un camino más irregular pero ciclable al 100% que se pierde en la espesura de los Pinares de Valsaín, llevándome por una selva impecable que parece no tener fin. Durante este tramo sigo las indicaciones de la ruta 16 de la guía Guadarrama. Parque Nacional. 20 rutas en BTT, escrita por Juanjo Alonso, alias Kapitán Pedales. Sus indicaciones descubren un agradable descenso con algún que otro repecho que lleva a orillas del río Eresma, lejos de la carretera y las pistas, por caminos naturales.
Más allá de Valsaín, tomo un par de atajos por divertidísimas sendas que nos llevan hasta el Real Sitio de San Ildefonso, donde Felipe V mandó construir un palacio y trasladar la Corte a la muerte de su hijo, a quien había cedido el trono.
Desde la Granja continuo el viaje por la Cañada Real Soriana Occidental, tras pedalear 2 km por una carretera local. La cañada resulta ser de lo más agradable, cubierta de hierba, en la que pastan caballos, con infinidad de huellas que suben y bajan continuas colinas... Durante todo el trayecto, a nuestra derecha se alza Guadarrama, con sus boscosas laderas y sus cumbres de granito todavía decoradas con los neveros más resistentes. Y a la izquierda, la inmensidad de la llanura de Segovia.
Poco antes de llegar a Sotosalbos cambio de rumbo y vuelvo por las montañas, a las que accederemos por la pista que sube por el Embalse del Pirón.
Siempre por el bosque y por encima de los 1.500 metros de altitud, enlazo una subida con otra, acumulando casi mil metros de ascensión y saltando media docena de incómodas cancelas antes de encontrar una fuente con garantías, lo que provoca una sed recalcitrante que no olvidaré fácilmente.
Finalmente utilizo el mirador de Navalcollado realizado en reconocimiento a las grandes personas que trabajaron por y para Pedraza como dormitorio improvisado.
A la mañana siguiente me pongo en pie con las primeras luces y tras un rápido desayuno emprendo la marcha rematando ese eterno puerto que ayer dejé a medias. Cuando llego al Refugio de Navalcollado, ya muy cerca del Puerto de Navafría, observo a la izquierda del camino, un caño del que mana agua cristalina.
Tras completar lo poco que faltaba hasta el Puerto de Navafría, donde tomo otra pista que llevará en rápido descenso hasta Lozoya. Aquí deshago un sector llano de cómodo camino que bordea el Embalse de Pinilla.
La silueta nevada de Peñalara se observa dese el área recrativa de las Presillas, donde ya se refleja el sol.
Corono casi sin darme cuenta, nada que ver con las cuestas de la segunda etapa, relleno los bidones en la panorámica Fuente Cossío y me dejo caer hacia la vertiente opuesta, eligiendo un sendero balizado que nos regala grandes momentos sobre la bicicleta.
En pocos minutos, siempre por caminos que sortean la M-608, a orillas del Embalse de Santillana, llegamos a Manzanares el Real, donde tomo el GR-10 hasta Mataelpino y Navacerrada, alternando un primer tramo de pista ancha con un sinnúmero de placenteras sendas que nos retan con sus giros, peraltes y escalonados perfiles.
Finalmente tras algunos largos minutos de asfalto bajo un sofocante sol llego de nuevo a Cercedilla donde dió comienzo esta preciosa ruta.
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