18 de febrero de 2020

Manila


Muchos viajeros deciden saltarse su visita a la capital de Filipinas porque han leído o les han comentado que Manila es peligroso. Sin embargo, nosotros que hemos vivido allí y que hemos visitado la ciudad como turistas varias veces en los últimos años, podemos decirte que Manila no es una ciudad más peligrosa que otras ciudades asiáticas.
Como en cualquier ciudad grande, en Manila hay barrios algo más inseguros y que no te recomendamos que visites. Estos no son los barrios que los turistas suelen visitar (Intramuros, Makati, Chinatown…), así que no dejes que los miedos te venzan. Visitar Manila hará que te lleves una visión más completa de Filipinas.
Simplemente, ten siempre a resguardo tus pertenencias y no vayas haciendo ostentación de objetos de valor. En Filipinas no son nada comunes los robos con fuerza, sino los hurtos menores por descuidos.



Intramuros, como su nombre indica, es el distrito amurallado de Manila y donde se situó la capital de la colonia española en 1571 por Miguel López de Legazpi. Para nosotros, es la parte más interesante que ver en Manila y a la que te recomendamos ir si solo dispones de poco tiempo.
La zona es pequeña y se recorre en un par de horas caminando. Aun así, verás que hay muchos conductores de trycicle que te ofrecen recorridos guiados, así como las típicas kalesas filipinas frente a la Catedral. 

Ubicada en la principal plaza de Intramuros, la Plaza de Roma (donde también está el Palacio del Gobernador), la Catedral de Manila es uno de los edificios más importantes que ver en Manila. Establecida en el siglo XVI en nipa, madera y bambú, la estructura ha sido reconstruida en varias ocasiones debido a que ha sufrido incendios, terremotos y bombardeos durante la II Guerra Mundial. Hoy podrás visitar su reformado interior y, con suerte, ser parte de una de las muchas bodas que se ofician.


La ciudadela construida por los españoles en la desembocadura del río Pasig es, sin duda, la visita principal que hacer en Manila. Además de ser una parte esencial de la ruta comercial del Galeón de Manila (principalmente entre Manila y Acapulco, México), el Fuerte de Santiago sirvió de cárcel para José Rizal, el héroe nacional filipinos, antes de que fuese ejecutado en 1896.
Se puede visitar casi en su totalidad y muchos edificios están restaurados y ofrecen carteles explicativos en inglés. La entrada cuesta 75 pesos por persona.

Nada más salir de Intramuros se ubica otro de los lugares que ver en Manila: el Parque Rizal. También conocido como Luneta, en este animado parque podrás ver a muchas familias de manileños haciendo algún picnic alrededor de las fuentes. Aquí fue donde se ejecutó a José Rizal y podrás encontrar un diorama representando el momento. Además, es donde se alza el Monumento a José Rizal, el gemelo del que se ubica en Madrid, y el kilómetro 0 del país.
Si tienes ganas de seguir caminando, dirígete hacia el mar y darás con el Baywalk o Roxas Boulevard. Este es el “paseo marítimo” o malecón de Manila y lo verás especialmente animado al atardecer, cuando los vendedores de helados y cacahuetes lo recorren.











El transporte en Manila es bastante caótico y el tráfico es insufrible. La red de transporte público no es muy cómoda, aunque se compone de un “metro” (el LRT y el MRT, que van sobre tierra), jeepneys y buses, la verdad es que si solo estás de visita por la ciudad te resultará más cómodo acudir a los taxis y, sobre todo, a Grab, una app similar a Uber, por la que podrás pedir que te vengan a recoger a cualquier lugar.






 Binondo (como se conoce a Chinatown) era el lugar que el gobierno español estableció para que la comunidad china viniese. No solo se establecieron los sangleys (los filipinos con ascendientes chinos puros), sino que españoles, americanos y japoneses decidieron vivir aquí, haciendo a este barrio uno de los más importantes de Filipinas.

Lo mejor para visitarlo es comenzando por Escolta Street, una de las calles con más importancia histórica que visitar en Manila. Esta era una arteria comercial que, durante el período del Galeón de Manila, ofrecía artículos de importación de China, Europa y América. En ella se encontraban algunos de los edificios más lujosos de la ciudad y aún se pueden contemplar algunos de ellos. Después, continúa caminando hacia la Iglesia de Santa Cruz. Aquí comienza Ongpin Street, la calle principal del Chinatown manileño. Disfruta de sus tiendas de oro y jade, para a comer algún dumpling, visita alguno de los templos budistas (Kuang Kong Temple es el más conocidos) y contempla el el Arch of Good Will, el arco típico que verás en todos los Chinatown del mundo, que simboliza la fraternidad entre el pueblo filipino o chino. Después, podrás pasar por la Binondo Church o la Basílica de San Lorenzo Ruiz y, si tienes ganas de más, puedes avanzar hacia el centro comercial de Tutuban y toda la calle Recto, zona conocida como Divisoria, que alberga un montón de tiendas y mercados de productos de la casa, ropa barata y comida.











Makati es el distrito financiero de Manila y en el encontrarás muchísimas cosas que hacer. Aunque sin tanta historia como los anteriores, es un buen lugar para disfrutar de las oportunidades de ocio y restauración de la capital del país. En él verás centros comerciales modernísimos, donde los manileños se refugian del calor, toman un café, hacen unas compras o van a cines con asientos VIP. Los más conocidos son Greenbelt (con sus 5 edificios) y Glorietta (4 edificios). Muy cerca tienes el Ayala Triangle, un agradable parque con cafeterías y restaurantes con terracitas en los que contemplar los grandes rascacielos.
Por otro lado, el ocio nocturno se ha trasladado a Poblacion, un barrio dentro de Makati en el que podrás disfrutar del ambiente joven de la ciudad en sus restaurantes y bares. Hay varias terrazas ubicadas en las azoteas de los rascacielos donde tomar una copa y disfrutar de las vistas.

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