Tras muchos años, mientras pretendo poner letra a estas imágenes que aun guardo de manera viva en mi memoria me doy cuenta de que mi primera incursión en Picos de Europa, si bien no fué el viaje con más aroma a alta montaña de todos los realizados hasta el día de hoy si fué la clave para que se abrieran completamente mis horizontes y con ellos mis ganas de transitarlos. Con la misma idea que aun en estos días mantengo, que como la patria de uno mismo ninguna, viajo con mi buen amigo Jota al paraiso natural de Asturias, donde todo comienza...
Con más de la mitad del camino hecho, decidimos retrasar nuestra llegada al norte de la península y no seguir despreciendo la cultura y gastronomía que nos ofrece nuestra tierra. Segovia será la ciudad elegida, donde un menú degustación y un paseo visitando sus rincones más famosos amenizarán la eterna jornada de viaje.
Ya en nuestro destino, elegimos la pequeña aldea de Pandiello a pocos kilómetros de Cabrales como campo base para las excursiones programadas. El entorno respira una paz y tranquilidad de la que pocas veces en la vida cabe disfrutar. "Casa Cortina" y su excelente anfitrión Carlos hacen que durante esos días no extrañemos el sur.
FICHA DE RUTA:
-Fecha: 11/09/2008
-Descripción:
-Distancia: 24 kms
-Duración: 6 h
-Desnivel+: 504 m
-Cota máxima: 616 m
-Dificultad física: baja
-Dificultad técnica: baja
-Trak: https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=7645464
CRÓNICA:
A pesar de ser verano aun, la lluvia intermitente y el exigente terreno en su primer tramo hacen que la temperatura corparal cambie constantemente.
El cañón en su inicio es de unas dimesiones colosales. Posteriormente ira encajonandose a cada paso que damos entre verdaderas catedrales de piedra.
La sensación de grandeza y la tranquilidad que se respira debido a la fecha en que nos encontramos, nos convierte en los únicos invitados con el privilegio de disfrutar de este inmenso jardín de roca.
El agua rebosa de las paredes y fluye a gran rapidez por allá donde mires.
En ocasiones el sendero se interna totalmente en la montaña a traves de larguísimos pasadizos escavados en la roca utilizados en ocasiones para resguardar el ganado.
Las erosionadas paredes de caliza se alzan cientos de metros haciendonos sentir diminutos en medio del valle.
Ya casi estamos cerca de Caín y no deja de sorprendernos la magnitud de esta ruta construida en 1945 paar el mantenimiento de la central hidroelectrica. Poncebos nacería años más tarde y sería el otro punto de conexión entre Asturias y Cantabria.
Con la llegada a Caín ponemos punto y final a la jornada, deshacemos el camino hecho y nos disponemos a conocer de la afamada gastronomía del lugar.
Por la noche y sentados ya a la mesa de una típica sidería disfrutamos casi tanto como en la travesía.
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