En el Municipio Murciano de Cieza, en la carretera de Mula y a sólo 6 km del centro urbano, se encuentra uno de los yacimientos arqueológicos Musulmanes más importante de Europa Occidental y de la época de Al-Ándalus.
Situado en las inmediaciones de la Sierra La Atalaya, cerca de la Ermita de la Virgen del Buen Suceso, en la ladera meridional del Cerro del Castillo, este despoblado llamado Medina Siyâsa, cuenta con alrededor de 700 casas datadas del Siglo XI, las cuales obtuvieron todo su esplendor entre lo siglos XII y XIII.
Dicho yacimiento, cuenta con un pequeño barrio de 19 casas las cuáles, a día de hoy, conservan sus calles y murallas, aunque debajo de las tierras cercanas se encuentran enterradas cerca de 700 casas que por el momento no han sido excavadas y en las que habitaron cerca de 4.000 musulmanes después de la conquista del Rey Abul Hassan.
Según escribieron en el pasado los antiguos musulmanes, estas casas fueron construidas con una gran extensión pero tuvieron que ser reestructuradas con motivo del crecimiento de la población, mostrando la mayoría de las excavadas una estructura de cuatro habitáculos que rodeaban un patio central, a excepción de los casos en los que el terreno modificó su distribución.
Esta distribución resultaba protectora para la intimidad de la familia Musulmana durante la Edad Media, los cuales pasaban casi todo el día en el interior de sus casas sin apenas mostrar nada al exterior, debiéndose a esta circunstancia la inexistencia de ventanas o tableros calados hacia las calles de la Medina.
Según el núcleo excavado, el material utilizado para la construcción de las viviendas y la decoración de la Medina fueron el yeso y la pintura, siendo materiales resistentes, ya que se han encontrado arcos, pórticos y algunos de los objetos artesanales que utilizaban a diario.
La mayoría de los arcos encontrados durante las excavaciones, se encuentran actualmente en el Museo Siyâsa de la localidad Ciezana, y fueron realizados con hojas de palmas lisas enlazadas unas con otras, aunque con el tiempo fueron perdiendo la apariencia vegetal para modernizarse con formas geométricas.
Los arcos mas impresionantes que fueron encontrados durante las excavaciones, son los de la casa 10, por su gran tamaño, armamento y su estado de conservación, ya que según los estudios realizados son los mejores conservados de la Medina y probablemente de la Región de Murcia. Además, se recuperó la decoración de tipo vegetal con el desarrollo de la epigrafía cursiva y la generalización del arco de medio punto peraltado y agregado.
En el yacimiento son destacados los arcos angrelados de las entradas a los salones de la Casa 6, de dos caras separadas por un ancho intradós sin calle central.
A resumir, en el interior de las viviendas se realizaron obras artísticas de gran belleza, como eran la decoración de ventanas, arcos, celosías y miradores. Además de contar con la construcción de dos grandes Aljibes para el abastecimiento de agua, los cuales se encontraban, uno en el caserío y otro es la Alcazaba.
La fortaleza de Medina Siyâsa contaba con dos recintos amurallados, el de la parte inferior denominado albacar, el cuál estaba dedicado a la defensa de la población de la ciudad en caso de ataque y el superior denominado celoquía, situado en la zona cercana al castillo y era utilizado para la defensa de los habitantes y desde el que se puede avistar todo el Valle de Ricote y las fortalezas de poblados cercanos.
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