6 de noviembre de 2017

Ocejón

FICHA DE RUTA:                                                                                                             


-Fecha: 06/10/2017
-Descripción: 
-Distancia: 15,5kms
-Duración: 5:30h
-Desnivel+: 980m
-Cota máxima: 2029m
-Dificultad física: media
-Dificultad técnica: baja


CRÓNICA:                                                                                                                           

La ruta da comienzo justo en ese punto. En el margen izquierdo de la carretera, se encuentra el poste indicador de la ruta (GR-60 en dirección al pueblo Almiruete). 
Es una pista forestal que atraviesa un frondoso pinar hasta llegar al cerro del Lomo. En este punto nos encontraremos un cruce señalizando nuestro destino. De todas las maneras,el Ocejón se hace presente durante el recorrido. 

Justo cuando abandonamos el pinar llegamos a una explanada donde nos desviaremos por la senda de la derecha. Hacemos una pequeña parada para hidratar,una fotos y contemplar el Ocejón en toda su dimensión. La dirección a seguir es evidente,solo seguir camino que transcurre por pista forestal. Una vez desaparecen las rodadas en el camino debemos fijarnos en los camuflados hitos y la referencia de Peña Mala. Continuamos por orientación natural la búsqueda del camino entre la vegetación. 
Vamos encontrando hitos que nos llevan al primer paso entre risco. Seguidamente otro paso claro y llegamos al collado anterior a Peña Mala (1772m). Superamos por la derecha la peña en busca de la cuerda superior. En este punto del ascenso, el desnivel se empieza a acusar hasta la cumbre. Una vez superada la Peña Mala nos dirigimos hasta el siguiente punto, el canchal de pizarra. Colgamos los palos en la mochila para liberar las manos y subir seguros. Una pequeña portilla en la roca deja ver el paso. Nos abrigamos un poco ya que el viento en este giro se hace notar. Remontamos canchal arriba hasta llegar al pequeño refugio natural horadado en la pizarra. Foto, vistas fantásticas y tomamos el paso que hay a la derecha del refugio. Este nos llevara a la cuerda que busca la cumbre. Esta transitada y no tiene perdida. Merece la pena la observar la longitud de miras que se tiene desde aquí, todavía se dejan ver neveros el Peñalara y La Cuerda Larga. 
Ya tenemos a la vista el geodésico del Ocejòn. Solo seguir el camino y llegamos al primer punto de la cumbre que es el monumento al Capellàn Don Pedro Moreno Esteban. Unos pocos metros más adelante hacemos cumbre. Disfrutamos del la charla con otro compañero que subió por la otra vertiente y que era asiduo de esta cumbre y la verdad que no me extraña. Es un entorno curioso por las formaciones montañosas tan peculiares. Es una montaña constituida por piedra de pizarra y formada por plegación. Así, por su forma de pliegue es anticlinal y asimétrico, por su inclinación es recto, por el espesor de sus capas es anisópaco y sus flancos son suaves.En sus faldas no nacen importantes ríos, sino pequeños arroyos que sirven de afluentes al Jarama. Pese al pequeño recorrido que hacen los arroyos, forman destacables parajes y barrancos que recortan notablemente la montaña. 
A merecido y mucho la ascensión. Lo celebramos con un trago y nos dirigimos al Ocejoncillo 1957 m. Queremos variar un poco la ruta y comenzamos el descenso siguiendo el cordal de La Loma de la Pineda. No encontramos ninguna dificultad en seguirla. Siempre tenemos a nuestra izquierda todo el valle por donde transcurre la bajada natural del Ocejón. 
En un tramo del descenso (KM 8,700 ) encontramos una zona donde los montañeros han ido haciendo un pequeño altar de pizarras. Es un lugar con unas vistas estupendas a ambas vertientes. Decidimos comer y disfrutar de este lugar tan peculiar. Contribuimos con nuestro dolmen y seguimos descenso bordeando un extenso pinar que nos lleva al camino principal. Ya estamos en dirección Valverde de los Arroyos y se nota por la afluencia de montañeros y visitantes que vamos encontrando en el descenso. Como de costumbre, decidimos salirnos un poco de la senda común, y nos aventuramos a cruzar La Chorrera de Despeñalagua por otro lugar diferente. Pues y tanto ¡¡¡ El matorral estaba bastante crecido y nos costo un poco encontrar un sitio de paso. La aventura tiene que estar presente en pequeñas porciones para poder disfrutarla. 
Una vez superada solo seguir las indicaciones de la ruta que atraviesan un frondoso y fresco robledal. Durante este tramo del descenso volvemos la mirada atrás para contemplar el fantástico lugar por donde hemos pasado. 
















































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