Entre ambas ascensiones decidimos dejar una jornada para descanso activo realizando alguno de los múltiples trekkings de la zona. En la "Maison de la Montagne" se puede obtener todo tipo de información de la zona, a nosotros nos recomiendan visitar "La mer de glace" un glaciar al que se accede a traves de un comodo sendero que recorre las famosas "agujas de Chamonix" y finaliza a los pies de algunas de las montañas más imponentes de los alpes. Partimos de la gite y remontamos un camino bastante marcado que gana altura rápidamente el cual muere a los pies de las imponentes paredes de roca, pilares de esas afiladas agujas. La vista de todo el valle es magnífica.
El sendero sigue la línea que bordea el valle y conforme se hace camino las paredes se abren hacia un gran cañon hasta alcanzar un collado en su punto más alto, destino del día y balcón natural con impresionantes vistas a "La Mer de Glace", una quilométrica lengua de hielo que serpenteaba entre imponentes gendarmes de roca..."El Dru", "El Gran Charmoz" o " Los Grandes Jorasses" donde se ha llevado a cabo las más incríbles gestas de escalada de la historia y de las que en tantas ocasiones había oido hablar.
La vuelta se realiza en el antiguo ferrocarril de Montevers hasta Chamonix, regreso a la gite y descanso para intentar reponer fuerzas en vista de las dos grandes jornadas que nos aguardan y verdadero objetivo de este viaje.
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