Cuando lees que Rovaniemi es uno de los mayores municipios de Europa y que tiene más de 8 mil kilómetros cuadrados de extensión, tanto como toda la región de Madrid, es fácil suponer que la capital de Laponia tiene que ser una gran ciudad.
Pues realmente se trata de una pequeña población con alrededor de 60.000 habitantes y por la que te puedes mover a pie con total libertad y llegar caminando a prácticamente todos los sitios.
De hecho, la primera sorpresa está en ver que se trata de un pueblo moderno y tranquilo. Pisos nuevos, pequeño comercio, algunos centros comerciales y poco más. Algo así como lo que te encuentras en un barrio o una zona residencial cercana a una gran ciudad. Vamos, poco parecido a lo que esperas del pueblo natal de Santa Claus.
Creemos que dos días son suficientes para visitar Rovaniemi. Pero si nos apuras, hasta vas sobrado si eres de los que buscan monumentos o sitios con historia, porque no hay ninguno, ya te lo advertimos.
El motivo es que el pueblo natal de Papá Noel fue completamente destruido por los nazis en la II Guerra Mundial, y todo lo que hoy vas a encontrar es nuevo, una reconstrucción que comenzó en época de postguerra para levantar la ciudad que hoy ves, prácticamente de la nada.
A eso suma que a pesar de la extensión del municipio, la capital de Laponia es una ciudad pequeña y muy fácil de recorrer. Se puede llegar andando o en bus urbano a casi todas las partes, y tanto la zona comercial como los restaurantes están concentrados en apenas 3 calles.
¿No sabes qué ver en Rovaniemi? Sigue leyendo, porque estamos recién llegados de nuestro viaje a Laponia por libre Para nosotros ha sido un auténtico sueño viajero cumplido, y si también es tu caso, hemos preparado esta guía para que disfrutes tanto como lo hemos hecho nosotros.
Además, debes saber que más allá de visitar la casa de Papá Noel, hay planes bien chulos que hacer y varios lugares que merece la pena conocer en Rovaniemi, capital de Laponia.
Cuando lees que Rovaniemi es uno de los mayores municipios de Europa y que tiene más de 8 mil kilómetros cuadrados de extensión, tanto como toda la región de Madrid, es fácil suponer que la capital de Laponia tiene que ser una gran ciudad.
Pues realmente se trata de una pequeña población con alrededor de 60.000 habitantes y por la que te puedes mover a pie con total libertad y llegar caminando a prácticamente todos los sitios.
De hecho, la primera sorpresa está en ver que se trata de un pueblo moderno y tranquilo. Pisos nuevos, pequeño comercio, algunos centros comerciales y poco más. Algo así como lo que te encuentras en un barrio o una zona residencial cercana a una gran ciudad. Vamos, poco parecido a lo que esperas del pueblo natal de Santa Claus.
Creemos que dos días son suficientes para visitar Rovaniemi. Pero si nos apuras, hasta vas sobrado si eres de los que buscan monumentos o sitios con historia, porque no hay ninguno, ya te lo advertimos.
El motivo es que el pueblo natal de Papá Noel fue completamente destruido por los nazis en la II Guerra Mundial, y todo lo que hoy vas a encontrar es nuevo, una reconstrucción que comenzó en época de postguerra para levantar la ciudad que hoy ves, prácticamente de la nada.
A eso suma que a pesar de la extensión del municipio, la capital de Laponia es una ciudad pequeña y muy fácil de recorrer. Se puede llegar andando o en bus urbano a casi todas las partes, y tanto la zona comercial como los restaurantes están concentrados en apenas 3 calles.
En cuanto a que hacer en Rovamieni las opciones son absolutamente infinitas y sin duda el eje central de la visita a estas latitudes. Motos de nieve, trineos de renos o Huskys, fatbike, cazar auroras boreales, pesca en huelo o conocer la cultura Sami.
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