FICHA DE RUTA:
-Fecha: 14/09/2019
-Descripción:
-Distancia: 5 kms
-Duración: 3 h
-Desnivel+: 346 m
-Cota máxima: 604 m
-Dificultad física: baja
-Dificultad técnica: baja
CRÓNICA:
La geografía española, tan caprichosa, tan irregular, tan auténtica, nos regala a veces paisajes únicos. La forma lineal en algunos casos o abrupta y accidentada en otros permite que podamos visitar lugares tan especiales como este. Se trata de la que se ha conocido como la Muralla China de Finestres. Al contrario que la mítica construcción asiática, la aragonesa es capricho de la naturaleza. Veamos más sobre esto.
Aunque a día de hoy sea un pueblo abandonado, Finestres (Huesca) todavía logra lucir algunos de los monumentos históricos que prueban la existencia de vida hace algunos años lejanos. El acceso se hace a través de Estopiñán en plena Sierra del Montsec. Sin duda alguna, el mayor atractivo de Finestres es la que se ha conocido como Muralla China. Muy cerca del embalse de Canelles, este cúmulo de agua llega a ser insignificante en detrimento de la dos paredes de piedra verticales y paralelas que se elevan frente a él.
Perteneciente a la Sierra del Montsec de Aragón, esta barrera de origen natural es la auténtica protagonista del paisaje que rodea la zona.
La localidad oscense aunque pequeña, conserva mucho del encanto que reunió cuando aún tenía habitantes. Pero este estado de abandono no es reciente. De hecho, tal era la poca relevancia de la localidad que ni siquiera la Guerra Civil afectó al pueblo.
Este capricho de la naturaleza no recuerda a la construcción china por su color, sino por lo impresionante de su forma. Puntas escarpadas sortean un terreno irregular con picos y valles que durante muchos años sirvieron para dar cobijo al castillo medieval de Finestres el cual todavía puede visitarse. Si decides hacerlo, no esperes encontrarlo en buen estado de conservación: el paso del tiempo ha hecho que la estructura inicial quede prácticamente en ruinas.
Y lo mismo ocurre con la ermita de San Vicente. En su edificación se aprovecharon las rocas como una de las paredes de la construcción. Pero el paso del tiempo no ha sido benévolo con ella y a día de hoy tan solo pueden verse algunas de las ruinas que todavía las inclemencias meteorológicas no han podido acabar con ellas.
No se sabe nada sobre quién lo pudo descubrir ni cuando, solo se acierta a adivinar que el que lo hizo, fue por pura casualidad ya que el acceso es bastante complicado y no se encuentra relativamente cerca de ningún núcleo de población. Una zona a trasmano que ofrece como resultado un paisaje probablemente único en España.
Estas paredes verticales y paralelas de roca caliza parecen remontarse al Cretácico Superior.
De hace unos años a esta parte, la Muralla China de Finestres ha logrado situarse como uno de los destinos más destacados de Huesca y de aquellos que buscan lugares impresionantes fuera de lo común. De hecho hay una ruta que permite conocer más en profundidad no solo la muralla y el embalse, sino también todas aquellas nimiedades que por pequeñas que parezcan, forman parte de este hermoso lugar.
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