Uno de los lugares más “curiosos” que nos podemos encontrar en la ruta de todos los que hacemos desde Luxor hasta Aswan es el pueblo de nubios que hay en Aswan. En realidad Nubia fue la región situada en el sur de Egipto y el norte de Sudán, que tras el fin de la colonización inglesa, fue separada en dos partes, una en Egipto y otra en Sudán.
Hoy en día, lo que en la antigüedad fue un reino independiente, hoy son grupos y poblados que se asientan a lo largo del valle del Nilo, entre la primera y la sexta catarata. Tras el fin de la colonización inglesa, Nubia fue separada en dos partes, una en Egipto y otra en Sudán.
Cuando las obras de la gran presa de Aswan y el Lago Nasser comenzaron en Egipto, muchos nubios egipcios fueron bligados a reasentarse, en otros lugares, lo que llevó a una separación aún mayor de éstos grupos y problaciones. Hoy en día se pueden encontrar pueblos nubios al norte de Asuán, en la ribera occidental del río Nilo y en la isla Elefantina, aunque definitivamente, muchos nubios viven en otras ciudades, como El Cairo, pasando totalmente desapercibidos, perdiendo las raíces originales nubias.
Se trata de los coloridos pueblos donde pasear por sus callejuelas sombrías y jardines es una maravillosa manera de experimentar la vida en la moderna “Elephantina”. Donde además y -como observación-, cierran las persianas durante el día para evitar el calor entre en la casa. Las decoraciones de las persianas, … en realidad no sé qué significan, pero he decir que decorativamente hablando están muy bien.
Perfectamente identificables por las coloridas viviendas, los Nubios son una población tranquila que vive de las artesanías hechas a mano y hoy en día del turismo que llegue. Aunque ellos son músicos por naturaleza y tienen una sensación increíble para el ritmo (en especial con los tambores). Los “violines” típicos de los Nubios son los llamados “Rababa”, instrumento que, después de años y años, no han encontrado un sonido decente que no nos chirríe a los que no estamos acostumbrados.
Un camino de norte a sur a través del centro de la isla une los dos pueblos, donde más o menos a mitad de camino está el Café de Nubia, con un jardín a la sombra junto a una casa tradicional nubia. Donde hay una persona del lugar que cuenta historias acerca de su cultura.
Se dice que hace mucho tiempo pudo haber un puente a la isla de Elefantina, pero ya no está aquí. Así que a menos que sepas volar, sólo hay dos formas de llegar hasta aquí: en un ferry o en una típica faluca. El ferry, por supuesto, es el más barato, pero bueno, en realidad los que visitamos Aswan somos desde el punto de vista de los lugareños, … gente rica, con lo que el atractivo de la faluca, no lo tiene ni mucho menos el ferry.
Conocido como ‘El Templo de Riamsese-Meryamun’, fue construido por Ramsés II e iniciado posiblemente a principios de su reinado. El templo se encontraba totalmente recubierto por la arena hasta el año 1813 cuando J.L. Burckhardt encontró el busto de uno de los colosos. En 1815 Belzoni, después de quitar gran cantidad de arena, descubrió la puerta de acceso. Entre 1964 y 1968 fue desmontado y trasladado de su emplazamiento original, unos 210 metros más allá del río y 65 metros más arriba, como consecuencia de las obras realizadas en la construcción de la gran presa de Asuán.
El templo se abre con un pórtico que conduce a un atrio y una terraza, donde se encuentra la impresionante fachada, excavada en la roca, de 35 metros de anchura por 30 metros de altura, en la que están los 4 famosos colosos sedentes de Ramsés II de unos 22 metros de altura. Estos colosos están acompañados de pequeñas figuras, colocadas entre las piernas, que representan a sus parientes. El templo se construyó aprovechando las cavidades existentes, ahora dedicadas a divinidades locales, y agrandando la planta para adaptarla a las nuevas necesidades. Sólo aparecen citas de Ramsés II, salvo un escrito de Siptah, alabando a los dioses, que se encuentra en la pared norte de la entrada.
La construcción fue planificada de manera que 2 veces al año, cuando el sol salía por el horizonte, sus rayos penetraban por la puerta y tras proyectarse en la gran sala de ocho columnas, la segunda, el vestíbulo y el santuario incidían en las 4 estatuas del nicho de la parte posterior que se iluminaban por completo.
La fachada
Los colosos de la fachada representan a Ramsés II con el nemes, la doble corona de las dos Tierras, la barba postiza, símbolo del faraón en vida, el collar y un pectoral grabado con el nombre de coronación. Además lleva brazaletes, decorados con cartuchos. Los cuatro colosos fueron excavados en la roca y están realizados de manera muy cuidada. De ellos, tres se encuentran en muy buen estado, y del cuarto sólo queda en pie la parte inferior, hasta la cintura, mientras que parte de la cabeza y del pecho se encuentran esparcidos por el suelo. A cada lado, de cada uno de los cuatro colosos, están representados familiares directos del faraón:
El coloso del lado izquierdo contiene la representación de la reina Nefertari, en la pierna izquierda del faraón, Tuya, madre de Ramsés II en la derecha y el príncipe Amonhorjepeshef en el centro.En el coloso segundo del lado izquierdo se encuentran las princesas Bentata, Nebettauy y otra que posiblemente representa a Senefra.En primer coloso del lado derecho está la reina Nefertari en la pierna derecha, la princesa Beketmut en la izquierda y el príncipe Riamsese en el centro.En el coloso segundo del lado norte la princesa Nerytamun, la reina madre Tuya y Nefertari.
En la base de los dos colosos centrales hay una representación de las divinidades del Nilo, que simbolizan la unificación de las Dos Tierras, ligando las plantas del Alto y Bajo Egipto. Sobre la entrada hay un nicho con un grupo escultórico que, simbólicamente, representa una escritura criptográfica del prenombre de Ramsés II, Usermaatra. El dios Ra, con cabeza de halcón, tiene en su pierna derecha el jeroglífico indicando la cabeza y el cuello de un animal, leído user, y la diosa de la pierna izquierda representa a Maat. A ambos lados hay bajorrelieves que representan a Ramsés II vuelto hacia el nicho (izquierda) y en adoración (derecha). En la parte superior de la fachada hay una hilera de estatuas de babuinos.
En la parte izquierda de la fachada hay tres estelas que representan a Ramsés II en adoración a Amón, Harmajis y Horus, el discurso de celebración de un funcionario a Amón-Ra y un texto de 41 líneas que describe las circunstancias del matrimonio del faraón con la princesa hitita ofrecida por el rey de los hititas. Tras el coloso norte más extremo hay una inscripción en la que el faraón aparece ante Ra-Horajti.
En la parte derecha de la fachada se encuentra la llamada capilla septentrional, dedicada al culto al sol. Es un pequeño recinto a cielo abierto que contiene dos pedestales en los que se encontraban las imágenes de dioses que ahora se muestran en el Museo Egipcio de El Cairo y una representación de la barca solar con un sacrificio del faraón a Ra-Horajti.
En el lado izquierdo del templo, en su parte sur, se encuentra la capilla meridional excavada en la roca. Se trata de una pequeña capilla de 4.40 x 7.17 metros, con una altura de 3.92 metros consagrada a Thot.
Ya en el interior del templo se encuentra la gran sala hipóstila, de 18 metros de longitud y 16 de anchura cuyo techo está sostenido por 8 pilares osiríacos sobre los que se apoyan otros tantos colosos, 4 a cada lado que representan a Osiris con los rasgos de Ramsés II. Los de la izquierda llevan la corona del Alto Egipto y los de la derecha la corona Pschent (la doble corona símbolo de la unificación de las 2 Tierras). Cada uno de los colosos mide aproximadamente 10 metros de altura. El techo de la sala está decorado con pinturas que representan a la diosa Nejbet con las alas desplegadas y textos reales. La decoración de las paredes muestra, de izquierda a derecha desde la entrada: Inmolación de prisioneros y cortejo de príncipes, escenas de batallas en Siria, Libia y Nubia junto a ofrendas, presentación de prisioneros a Ra-Harmajis y Ramsés II divinizado, la batalla de Qadesh e inmolación de prisioneros y princesas con el sistro.
A la derecha de la sala hay 4 cámaras laterales que, con techos estrellados, contienen diferentes grabados. A dos de ellas se accede desde la sala hipóstila y a las otras 2 a través de un pasaje que se abre también en la sala. A la izquierda otra cámara conduce a otras 2 salas, empleadas como habitaciones auxiliares del templo, para guardar objetos y no fueron nunca terminadas
La segunda sala hipóstila tiene 4 pilares cuadrados con escenas del rey abrazado por diferentes divinidades. Esta cámara, de 11 metros de longitud y 7.70 de anchura conduce, a través de tres puertas, a la sala de ofrendas, de 3,30 metros de longitud decorada con escenas de ofrendas y adoración. Tras esta se encuentra el santuario al que se accede por otras tres puertas alineadas con las anteriores. La puerta central conduce al propio sancta sanctorum con 4 estatuas talladas en la roca que representan de izquierda a derecha a Ptah, Amón-Ra, Ramsés II divinizado y Ra-Horajti mientras que las 2 laterales dan acceso a 2 capillas.
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