El Puig Campana, con sus 1410m es el mayor balcón natural del Mediterraneo. Es la segunda cima más elevada de la provincia de Alicante, solo por debajo de los 1558m de su vecina Sierra de Aitana, imponente muralla calcárea bajo cuya sombra vive perpetua. Esta montaña forma parte de las Cordilleras Prebéticas y domina toda la comarca de la Marina Baixa con su inconfudible doble cima que ha dado lugar a innumerables leyendas. La bonita población de el Finestrat será nuestro punto de partida para esta ruta tan esperada.
FICHA DE RUTA:
-Fecha: 8/Dic/2012
-Descripción: ruta circular al Puig Campana. Inicio desde Finestrat ascendiendo por el Portell y volviendo por el collado Pouet.
-Distancia: 15,6kms
-Duración: 4:30h
-Desnivel+: 1030m
-Dificultad física: media-alta
-Dificultad técnica: media
CRÓNICA:
Como otras tantas veces me pongo en pie para dar comienzo al día sin que haya terminado aun la noche. Son las seis de la mañana cuando ya me dirijo en busca de mi compañero para esta ocasión,mi buen amigo Diego quien durante unas horas dejará las dos ruedas de lado para seguir mis pasos y disfrutar de la montaña de una manera contemplativa.
Nuestro objetivo es llegar al Finestrat al alba y poder ver como los primeros rayos de sol van reflejando su paleta de rojos y naranjas sobre este kilómetro vertical de roca. La "Font de Molí" será el punto donde el gps hará una vez más de guía a nuestro paso por estos nuevos caminos.
Nuestro objetivo es llegar al Finestrat al alba y poder ver como los primeros rayos de sol van reflejando su paleta de rojos y naranjas sobre este kilómetro vertical de roca. La "Font de Molí" será el punto donde el gps hará una vez más de guía a nuestro paso por estos nuevos caminos.
La ruta comienza por una pista forestal de cómodo caminar que pronto nos conducirá hacia la bocana del Portell donde pronto nuestro paso se irá haciendo más y más penoso hasta el punto de tener que recurrir al apoyo de manos para progresar por la canal tambien conocida como "Barranc de les Marietes".
Su inicio es el tramo menos exigente y se encuentra bien marcado para ir difuminandose poco a poco a la vez que aumenta su dureza.
Conforme nos vamos aproximando a la pedrera el terreno se suelta más si cabe y nos obliga progresar por el margen derecho de la misma teniendo en ocasiones que parar para buscar la trazada idónea aprovechando para coger aliento o echar alguna foto.
La ascensión se hace más larga y dura de lo esperado, pareciendo en ocasiones no avanzar casi nada. Solo las triviales conversaciones y los futuros proyectos que rondan nuestra mente consiguen restar algo de dureza a esta travesía.
Para cuando estamos ya estamos echos a nuestro lento paso malayo llegamos sin darnos cuenta al collado de Pouet donde aprovechamos para abrigarnos un poco al mismo tiempo que contemplamos las dos cimas que nos flanquean considerando incluso la posibilidad de ascender la más vertical de ellas.
Finalmente y en previsión de no demorarnos demasiado nos dirigimos a la cima principal. El sendero de acceso rodea la misma regalandonos unas impresionantes vistas de la Marina Baixa con Benidorm o Villajoyosa volcados sobre el mar.
Intentamos no recrearnos más de lo necesario y no dudamos en dejar constancia de nuestra estancia. Descendemos unos cuantos metros para buscar un cómodo lugar para comer al abrigo de los fuertes vientos que azotan la cumbre.
Últimas y privilegiadas miradas a nuestro alrededor.
Ya de nuevo en la parte superior de la canal bajamos por su cara norte en dirección al collado de Llam por un sendero comodo aunque algo suelto que en ocasiones obliga a tomar alguna pequeña precaución para evitar accidentes innecesarios cuando dejamos de prestar toda la atención a nuestros pies y la fijamos en la fabulosa Sierra de Aitana, la cual ya no nos abandonará prácticamente hasta la llegada al punto de inicio.
Una vez abajo observamos la señalización que conduce hacia el Ponoig y demás bellos rincones que depara esta sierra.
Nosotros nos dirigimos por el conocido como "camí de la Serra" que en dirección oeste rodea la sierra bajo los inmensos farallones calcáreos.
Los últimos kilómetros de la travesía nos ofrecen una representativa muestra de la flora de la zona y nos devuelven ya algo cansados al punto final de la ruta.
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